Por R.P.
Como en botica…
1
Tic-Tac… cual péndulo de un reloj, el dedo índice de su mano diestra se movía desde la comisura izquierda de sus labios hasta la derecha y viceversa… Tic… si… Tac… no… Tic… soy… Tac… no soy… Tic… soy un artista contemporáneo… Tac… no soy un artista contemporáneo… Tic-Tac… Tic-Tac… ¿seré?... ¿no seré?... Día tras día, semana tras semana, el dedo iba y venía y volvía a ir hasta que… bruscamente se detuvo para siempre en el centro exacto de la boca y del mentón, rozando apenas la punta de la nariz.
Se convirtió en la estatua viviente más famosa de la ciudad. No sabe aún si es una estatua contemporánea.
2
Una artista conceptual exitosa y un pintor del montón se enamoraron y naturalmente, unieron sus vidas para siempre. Como en los viejos cuentos, parecía que habían llegado al final feliz: vivieron felices comiendo perdices, desde luego metafóricamente, pero lamentablemente solo por un tiempo, después todo cambió: mataban e ingerían
-sin metáfora alguna- a los pobres animalitos de Dios para no matarse y devorarse entre ambos.

3El nuevo gobierno del país, electo por el voto mayoritario de los artistas visuales pronto giró desde una posición moderada a otra extrema ante la presión de las masas que exigían mano dura contra aquellos que se resistían a asumirse -igual a todos- creadores.
Se desempolvó la vieja teoría de la Dictadura del Proletariado, aggiornándola al ritmo de los tiempos. Inspirada en ella se instauró la Dictadura del Artista Contemporáneo.
Sus primeras medidas fueron: 1) Establecer por Decreto la condición de artistas de todos los habitantes del territorio nacional 2) La abolición del Arte de Caballete 3) Apresar a los disidentes imponiéndoles la pena de escribir día y noche, sin parar: “soy artista”, hasta que se ajustaran a las normas vigentes.
Se cuentan casos heroicos de inadaptados que murieron con el lápiz en la mano.
4
Para dirimir diferencias, Noemí imagino la posibilidad de realizar un partido de voley entre un equipo de artistas contemporáneos y otro de aquellos que no lo eran; azorada se percató de que no sabía como denominar a los últimos. Comunicó la “brillante” iniciativa y sus desazones al Curador emblemático del momento, quien le respondió severo si no tienen nombre no están no son no existen se evaporaron desaparecieron….
5
Yo hago arte contemporáneo, soy contemporáneo
Tú no haces arte contemporáneo, eres contemporáneo
El hace arte contemporáneo, es contemporáneo
Nosotros no hacemos arte contemporáneo, somos contemporáneos
Vosotros hacéis arte contemporáneo, sois contemporáneos
Ellos no hacen arte contemporáneo, son contemporáneos
6
Aquel astuto empresario organizó tours al Mingitorio de Marcel Duchamp destinados a artistas visuales; para publicitarlos contrató a un famoso creativo que le vendió este vendedor slogan: “Todo artista contemporáneo debe visitar la Meca del Arte por lo menos una vez en la vida.”
7 Carlos, inventor de aparatos -casi siempre inútiles- inventó un detector de obras de arte; ante cualquier cosa, artificial o natural, organismo vivo o muerto, si era digno de tan alto rango emitía un agudo sonido. Puesto casualmente frente a Consuelo, no paraba de lanzar un molesto, interminable y ruidoso piiiiiiiiiiiiiiiiiiip…
Los muchachos estuvieron de acuerdo, era la piba más linda del barrio (por ella, más de uno, solo encontraba consuelo en solitarios placeres). Hacía rato ya, sin necesidad de artefacto alguno, que habían dictaminado que era una estupenda Obra de Arte.
Como en botica… continuará